Descripción:
La alergia respiratoria es una reacción exagerada del sistema inmunológico a ciertas sustancias inhaladas, como el polen, los ácaros del polvo, los hongos o los alérgenos de animales. Estas sustancias, conocidas como alérgenos, pueden desencadenar síntomas como estornudos, congestión nasal, picazón en los ojos, tos y dificultad para respirar en niños sensibles. Las alergias respiratorias pueden causar inflamación a nivel ocular (conjuntivitis alérgica), nasal (rinitis alérgica) y bronquial (asma alérgica).
Diagnóstico:
El diagnóstico de la alergia respiratoria suele implicar una evaluación médica detallada, que incluye revisar los antecedentes médicos del paciente y realizar pruebas específicas, como pruebas cutáneas o análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos IgE contra alérgenos específicos. Estas pruebas ayudarán a identificar qué alérgenos desencadenan los síntomas del paciente.
Tratamiento:
El tratamiento de la alergia respiratoria puede incluir:
- **Evitar los alérgenos:** Se recomienda evitar o reducir la exposición a los alérgenos desencadenantes tanto como sea posible. Esto puede implicar medidas como usar fundas de colchón y almohadas a prueba de ácaros del polvo, mantener las ventanas cerradas durante la temporada de polen y evitar el contacto con mascotas si son alérgicas a ellas.
- **Medicamentos:** El tratamiento con medicamentos es fundamental para controlar la inflamación y los síntomas de crisis. Existen medicamentos para controlar la inflamación ocular, nasal y bronquial. Así mismo, existen medicamentos para el tratamiento de las crisis.
- **Inmunoterapia:** También conocida como “vacunas contra la alergia”, la inmunoterapia es un tratamiento que consiste en administrar dosis controladas de alérgenos a lo largo del tiempo para ayudar al sistema inmunológico a desarrollar tolerancia a ellos. Esto puede reducir la gravedad de los síntomas y la necesidad de medicamentos a largo plazo.
Si tu hijo experimenta síntomas de alergia respiratoria, es importante consultar a un alergólogo pediatra para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. Un alergólogo pediatra puede ayudar a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida.